Muchos emprendedores se hacen autónomos por la libertad y capacidad de decidir sus horarios. A diferencia de los asalariados, los trabajadores por cuenta propia no está sujetos a una jornada, sino que gestionan de manera independiente sus días y ritmos de trabajo.
Sin embargo, esta flexibilidad no implica menos esfuerzo. Al contrario, la gestión del tiempo resulta crucial para la productividad y la conciliación, y en muchos casos se traduce en jornadas interminables.
Un estudio reciente titulado Realidad de la micropyme española: evolución y perspectivas para 2030, elaborado por Beedigital, revela que un 37% de los pequeños empresarios dedica más de 40 horas semanales a su negocio, y que un 7% llega a superar las 60.
Los pequeños negocios sostienen la economía de la mayoría de las familias
La presión laboral se intensifica porque, en la mayoría de los casos, la empresa no solo es el proyecto profesional del autónomo o del pequeño empresario, sino que es la principal fuente de sustento del hogar.
El informe señala que en el 44% de los casos el negocio es el único ingreso de la unidad familiar, y en el 88% de las ocasiones aporta al menos la mitad de la economía doméstica.
“Estamos hablando de farmacias, comercios de proximidad, bares, albañiles, fontaneros… En definitiva, de todos esos pequeños negocios que sostienen la economía local en los pueblos y ciudades”, explicó Carmen San Emeterio, directora comercial y de Marketing de Beedigital.
Estos datos coinciden con las cifras de la Encuesta de Población Activa (EPA), que ya reflejaban un elevado número de autónomos trabajando más allá de la jornada estándar, como informó este medio y ha denunciado reiteradamente la Federación Nacional de Asociaciones de Trabajadores Autónomos (ATA).
En concreto, un autónomo español tiene una jornada laboral de 43 horas semanales de media, tres horas por encima del máximo permitido según el Estatuto de los Trabajadores; y cinco horas y media más de las que propone Yolanda Díaz en su reforma que sigue pendiente de aprobación en el Congreso.
Casi todos los autónomos asumen en solitario la gestión del marketing
Según este estudio, entre las tareas que más tiempo consumen a los empresarios está la gestión del marketing. Así, los datos reflejan que en el 85% de los casos estas funciones se realizan desde el propio negocio y, en casi la mitad (45%), es el propio gerente quien asume esa responsabilidad.
Sin embargo, solo un 29% considera contar con la formación adecuada para llevarlo a cabo, y nueve de cada diez cree que pierde oportunidades de negocio por no tener una estrategia digital sólida.
La presencia en internet, tanto a través de buscadores como de redes sociales, es percibida como imprescindible para captar clientes y mejorar la visibilidad. Pero la falta de tiempo, recursos y conocimientos técnicos dificulta que las micropymes puedan sacarle el máximo partido.
La digitalización y la inteligencia artificial pueden ayudar a reducir la carga de trabajo
Para aliviar esta carga, la digitalización y el uso de herramientas de inteligencia artificial se presentan como aliados fundamentales. Según el informe, seis de cada diez pequeños empresarios confían en que la IA les permitirá ahorrar tiempo en áreas como marketing, atención al cliente o ventas.
Los autores del estudio subrayaron que la clave está en contar con soluciones adaptadas a la realidad de cada negocio.
“No podemos esperar que una pyme utilice una herramienta de marketing genérica y obtenga los mismos resultados que una empresa mediana o grande, porque sus contextos y prioridades son muy distintos”, añadió San Emeterio.
La automatización de publicaciones en redes sociales, la gestión de reseñas o la creación de contenidos son algunos de los procesos que ya pueden optimizarse gracias a la IA, lo que libera tiempo para que los empresarios se concentren en el crecimiento y la atención al cliente.
En definitiva, los datos ponen de relieve la paradoja del autoempleo: libertad para organizarse, pero a costa de jornadas que superan con frecuencia las de un asalariado.
Ahora, esta carga puede verse aliviada gracias a la digitalización y la inteligencia artificial, pero el reto continúa siendo que estas soluciones lleguen de forma realista a la dimensión y las necesidades de los autónomos.