El tema sigue en el aire. Aunque opacado por cuestiones en principio más urgentes como un contexto macroeconómico marcado por la inflación y la inminente celebración en España de elecciones generales, el debate sobre la implantación de la jornada laboral de 4 días parece cosa de un pasado lejano.
Sin embargo, tiene plena vigencia. La tiene, en primer lugar, en las empresas que ya han apostado por este modelo y que, tras más de un año con él, lo mantienen tras haber experimentado de primera mano sus efectos positivos.
En segundo lugar, la tiene porque no se trata de un debate cerrado ni mucho menos. Hace justo un mes, sin ir más lejos, 41 empresas solicitaron las ayudas que está otorgando el Ministerio de Industria, Comercio y Turismo para implantar en sus centros de trabajo la jornada de 4 días.
La prueba piloto durará como mínimo dos años, y cada empresa recibirá como máximo una ayuda de 200.000 euros. A cambio, las empresas reducirán la jornada a como mínimo un tercio de sus plantillas sin que ello repercuta en una bajada salarial.
Este último punto es clave a la hora de hablar de la jornada de 4 días. Tal y como se vio en Telefónica, que propuso una reducción de jornada con una reducción salarial acorde que fue rechazada de plano por la mayoría de la plantilla, la idea de la jornada de 4 días es demostrar que se puede trabajar igual o mejor en menos tiempo, no cobrando menos.
Los primeros estudios al respecto apuntan a que no se trata de algo disparatado.
Una investigación que corrió a cargo de un equipo de científicos sociales de la Universidad de Cambridge que colaboraron con académicos del Boston College de EEUU y el think tank Autonomy arrojó interesantes conclusiones.
En una prueba que duró medio año y que implicó a 2.900 trabajadores de 61 empresas, la principal conclusión fue que, de media, estas empresas ingresaron un 1,4% más.
A ello contribuyó, por ejemplo, el hecho de que hubiera un 65% menos de bajas por enfermedad. Eso, sin contar los beneficios más evidentes: más de un 60% de los empleados afirmaron que durante este periodo les resultó más fácil compaginar vida laboral y familiar.
¿Significa esto que la jornada laboral de 4 días sea un camino de rosas? No necesariamente. Lo saben bien en la escuela de desarrolladores Hack a Boss y en la asesoría Byld, que llevan más de un año aplicando la jornada de 4 días.
Esta son las 3 claves que les hubiese gustado saber antes de implantar la medida:
1. Ansiedad y trabajadores descontentos, la otra cara de la jornada de 4 días
La implantación de la jornada laboral de 4 días en Hack a Boss no fue, ni mucho menos, fruto de la improvisación.
«Antes de empezar con el plan organizamos todos los procesos por áreas y funciones. Documentamos toda la gestión interna de tareas y objetivos. Incluso hicimos pequeñas pruebas haciendo puentes o dando libres algunos viernes», explica al respecto Pablo Rodríguez, CEO de la empresa.
«Pero en definitiva algo que me hubiese gustado saber antes es que, sorprendentemente, hay personas a las que les cuesta adaptarse a esta reducción jornada. Todos llevamos toda la vida trabajando 5 días, y el cambio afectó a algunos», relata Rodríguez.
«También me hubiese gustado saber que habría gente que por este cambio sufriría ansiedad, más que nada para poder estar más preparados. Además, algo anecdótico que no me lo hubiese creído si no lo hubiese vívido, es que habría gente que diría que no quiere tener los viernes libres, y eso que en Hack a Boss nunca hemos reducido el salario».
2. La empresa se vuelve más eficaz
A Adrián Heredia, CEO de Byld, lo que le hubiese gustado saber antes de implantar el modelo es hasta qué punto es verdad la idea, mil veces repetida y explicada, de que gozar de un día más de descanso entre semana favorece la conciliación entre trabajo y familia.
«Lo más importante de la jornada de 4 días es cómo impacta de manera positiva en que las personas puedan equilibrar vida personal y profesional. La idea deja de ser un tópico y se vuelve muy real cuando de verdad uno pone en marcha este cambio en la empresa«.
Por ahora, los estudios le dan la razón. El informe de Cambridge antes mencionado subraya que, en un contexto en el que había que resolver las mismas tareas en menos tiempo (la mayoría de las empresas que participaron en el estudio mantuvieron sus objetivos), las organizaciones ganaron en eficacia.
Las reuniones, dice el estudio, se volvieron mucho más cortas y tendieron a presentar órdenes del día más claros, y los correos electrónicos se clasificaron mejor, lo que propició que la información circulara más rápido.
En líneas generales, los trabajadores emplearon el tiempo libre adicional en resolver tareas del hogar: tareas domésticas como limpiar la casa o hacer la compra, lo que les permitió disfrutar de más descanso el fin de semana. En muchos casos, desapareció la angustia dominical.
3. La jornada de 4 días eleva el sentido de pertenencia
Lo segundo que más llamó la atención de Heredia al implantar esta jornada fue el modo en que se elevó entre sus trabajadores el orgullo de pertenecer a Byld.
«Es sorprendente cómo se puede disparar el sentido de pertenencia y el compromiso del equipo cuando tienes un sistema de beneficios emocionales como este«, comenta el consejero delegado de Byld.
No se trata de un beneficio menor. Muchos estudios vinculan desde hace años el sentido de pertenencia, es decir, el orgullo de vestir la camiseta de la empresa y sentir sus corporativos colores, con el hecho de poder trabajar más y mejor.
En concreto, el estudio EY Belonging Barometer, citado por la Harvard Business School y elaborado con la opinión de 1.000 trabajadores, halló recientemente que el 40% de ellos se sienten fuera de lugar en sus lugares de trabajo, lo que, según el informe, repercute negativamente en su rendimiento.
«Los seres humanos sentimos una necesidad innata de pertenencia: a los demás, a nuestros amigos y familiares, a nuestra cultura y nuestro país. Lo mismo ocurre en el trabajo. Cuando las personas sienten que forman parte de algo, son más productivas, están más motivadas y comprometidas, y es 3,5 veces más probable que contribuyan con el máximo de su potencial, según el Center for Talent Innovation», dice el artículo.