La crisis del Covid se llevó por delante muchos negocios que no pudieron sobrevivir a los meses de confinamiento y a las posteriores restricciones que mantuvieron la economía a medio gas durante un tiempo. En cifras reales, según datos del INE, en 2020 había en España 3.704.082 empresas; en 2021 3.416.248. Un cataclismo sin precedentes con 287.834 negocios activos menos. Los cierres fueron mayoritariamente en sectores como la hostelería, ocio y viajes, los más perjudicados por la crisis.
No nos engañamos, fue un año con saldo negativo para la vida de nuestras empresas: en 2020 se crearon 278.525 negocios en España y murieron 311.259. Era la primera vez que el número de muertes de empresas superaba al de nacimientos desde 2014, con un saldo de –32.734 negocios.
Pero como bien dice el refrán que en toda crisis hay una oportunidad, sectores como edtech, gaming, ciberseguridad o salud mental vivían una realidad bien distinta y no paraban de crecer. Algunos emprendedores aprovecharon el momento para salir al mercado y subirse a esa ola. Otras, se vieron en medio de esta tormenta nada más salir al mercado, pero insistieron en el empeño y no solo han salido adelante, sino que han crecido sin pausa en estos tres años, que son normalmente los que determinan el éxito o el fracaso de un negocio.
¿Qué tienen de especial estas campeonas que nacieron en la crisis? Hemos hablado con 9 de ellas y hemos visto varias tendencias: sectores en auge, negocios bien enfocados, equipos con experiencia en el sector en el que se metían, cero deudas, formato startup con apenas estructura y mucha capacidad para adaptarse al cambio… y, sobre todo, emprendedores que confiaban en su idea y con una capacidad de resiliencia impresionante. Estas son sus historias y sus enseñanzas:
Ucademy, una edtech para preparar exámenes de selectividad y oposiciones
Arrancamos con una startup que quizás hoy no existiría si no hubiese sido por la crisis. Una empresa creada por estudiantes de primero de carrera, 19 años, en un momento en el que viven cómo el cierre de las aulas genera una necesidad imperiosa a los estudiantes más motivados por aprobar, los que cursan la selectividad y las oposiciones. “Arrancamos justo cuando empezó el Covid. No teníamos intención de hacerlo, pero con la pandemia vimos la oportunidad de preparar los exámenes de una manera diferente. Vimos que había estudiantes preparándose la selectividad y oposiciones, y que había academias o profesionales que ofrecían formación online, pero que no había nadie que lo estuviera haciendo de manera nativa. Nadie estaba preparando exclusivamente online y con las clases adaptadas para hacerlo así”, explica Miquel Palet,cofundador y CPO de Ucademy.
Hacerlo así significa formación online con un plan de estudios personalizado y asistencia de profesores disponibles las 24 horas. Aunque para llegar ahí han ido escuchando al mercado. “Lanzamos primero una preparación para la selectividad, que era un mercado que conocíamos bien y que nosotros mismos nos habíamos preparado hacía poquito. Después ampliamos a oposiciones para estudiantes que necesitan esa flexibilidad, bien porque trabajan o porque tienen hijos. Y desde ahí empezamos a crecer en Latinoamérica preparando exámenes para acceder a la universidad”.
La clave del éxito de Ucademy ha sido aprovechar la oportunidad rápidamente y salir con las ideas muy claras, pero tanteando el mercado. “Empezamos con un piloto, grabamos una clase con profesores que conocíamos y pusimos las clases en una plataforma. Eran clases que vendíamos por precios muy asequibles: entre 30 y 50 euros por asignatura. Cuando empezamos a preparar otros exámenes, como las oposiciones, diseñamos ya un plan de estudios de 12 meses de preparación, con vídeos, apuntes, atención de profesores, clases en directo… íbamos desarrollando nuestra plataforma y nuestra tecnología para que nuestro estudio no solo fuera online, sino que también fuera muy autónomo. Ofrecer herramientas para poder estudiar sin necesidad de estar en una clase o tener un profesor 24 horas al día. Damos mucha libertad para que el alumno estudie cuando pueda y donde quiera”.
Para arrancar, ellos mismos financiaron el proyecto. Después, han conseguido varias rondas para financiar el crecimiento. “Desde el primer momento había facturación entonces con los propios beneficios del proyecto podíamos seguir empujando”, explica Miquel. Pasaron de facturar 5.000 euros en 2020, a 1,3 millones en 2022 y este año superarán los tres millones de euros.
4Geeks Academy España, una escuela de programación online
Una historia muy diferente es la que cuentan los fundadores de 4Geeks Academy España, que operan en el mismo sector. Venían con un negocio probado en Venezuela basado en formación de programación presencial y antes de arrancar se encontraron con el cierre de todo por el Covid. “Somos una escuela intensiva de programación para reducir la brecha entre la oferta y la demanda de desarrolladores. Una formación muy práctica, que se enfoca en lo que demandan las empresas”, explica Víctor Manuel Gómez, CEO de 4Geeks Academy España.
Llega a España con su hermano para abrir el mercado como emprendedores y el 11 de marzo de 2020 lanzan el proyecto. “Básicamente lo que hicimos fue traer el contenido y el nombre de la academia, pero tuvimos que cambiar todo el modelo de negocio por completo. Cuando nos confinan, habíamos hecho ya una inversión en publicidad, eventos, lanzamiento en los medios y teníamos un alquiler para oficinas y aulas. O nos adaptábamos o perdíamos toda esa inversión”, explica Víctor Manuel Gómez.
“Nos convertimos en una escuela en remoto y nos unimos a la iniciativa de #Yo me quedo en casa. Para dar la formación online contamos con una red de profesores voluntarios de Latinoamérica y Europa y con programadores que conocíamos y formamos a cien personas en España gratis. Les ofrecimos seis horas de clases a la semana en bloques de dos horas. Eso nos permitió entender cómo podía ser el modelo online, cuáles eran las trabas que se nos iban a presentar en el modelo online, qué pasaba con los estudiantes, con el seguimiento, cómo teníamos que hacerlo. Porque 4Geeks se caracteriza por ese seguimiento que hace a sus estudiantes. Había que aprender y en mayo lanzamos el programa 100% remoto”.
El resultado es que la pandemia les ha beneficiado, aunque pasaron por momentos muy difíciles. “Es bastante complicado cuando uno está lanzando su empresa, ya lo tienes todo establecido y a los pocos días tienes que pivotar”.
Hoy están en un sector en auge, con presencia en más países de Latinoamérica (ser online los hace escalables) y han sido rentables desde el primer año. “En 2020 facturamos 200.000 euros con EBITDA positivo. Al año siguiente (2021) 650.000 euros (2021), al siguiente 1.250.000 euros y este año cerramos con más de dos millones, siempre con EBITDA positivo y sin levantar dinero de nadie”.
Para él, la gestión del flujo de caja es clave en el éxito de un negocio. “Nosotros hemos gestionado muy bien el flujo de caja, a pesar de que financiamos al 80% de nuestros estudiantes. Ahora trabajamos con 7 financieras diferentes para ayudarles en los pagos. Hemos conseguido que las financieras confíen en nosotros”.
Velca, un fabricante de vehículos eléctricos urbanos
¿De qué pasta hay que ser para insistir en el empeño cuando lo que te propones es lanzar una fábrica de vehículos eléctricos urbanos cuando te cierran las ciudades en todo el país y medio mundo? “Lanzamos en febrero de 2020 tras más de 300 pruebas de nuestros vehículos. Teníamos todo preparado para empezar a convertir en marzo y de repente cierra todo. Todo el trabajo que habíamos hecho en marketing y todo el product market fit se fue al traste. Contábamos con financiarnos con esas primeras ventas, con las primeras pre-orders, pero sin probar el vehículo la gente no iba a comprar. Obviamente”, explica Emilio Froján Fernández, CEO de Velca.
En una situación tan crítica, hicieron lo que otros muchos emprendedores, reducir los gastos a la mínima expresión, incluidos sus salarios, que se quedaron a cero. Pero necesitaban dinero para sostener el negocio y nadie compraba vehículos en esos momentos. “Estuvimos muy cerca de cerrar y pedimos ayuda por Linkedin. Hicimos un equity crowdfunding en Linkedin diciendo que necesitábamos capital para sostener la empresa y levantamos una ronda en plena pandemia con un post que puse yo en Linkedin. Eso nos sirvió para poder mantenernos hasta junio que hicimos las primeras ventas y en septiembre hicimos otroequity crowdfunding: captamos 750.000 euros en cuatro horas, siempre apoyándonos en nuestra comunidad. Fue un éxito y eso ya nos permitió hacer crecer un poquito más el negocio y expandirnos por otras ciudades de España, mejorar nuestra cadena de producción, incorporar mejores componentes en los vehículos. En 2021 nos convertimos en el fabricante español de ciclomotores (que no de motos) eléctricos con más matriculaciones y captamos 2.100.000 euros también en otra campaña de equipy crowdfunding (siempre apoyándonos en nuestra comunidad para captar inversión)”, comenta.
Hoy Velca es una marca que fabrica vehículos eléctricos urbanos, ciclomotores, motos y bicicletas eléctricas, sobre todo motos. Tiene sus líneas de producción en Asia y Polonia y un centro de ensamblaje en Madrid. Sus primeros prototipos procedían también de China, pero tuvieron la suerte de “sacar el producto unos días antes de que en China mandasen a todo el mundo a casa”.
Ese año no se cumplieron sus previsiones de ventas, “pero estuvieron cerca”. Y desde entonces no han dejado de crecer: “El primer año cerramos con 350.000 euros de facturación, el segundo año con 880.000, el tercero con 1,4 millones y la previsión en 2023 es de 2,5 millones”.
FlexmyRoom, un software para embeber seguros de viaje en hoteles
En el karma de la buena y mala suerte la palma se la llevaron los emprendedores del turismo como los fundadores de FlexmyRoom, “una empresa tecnológica especializada en embeber seguros de viaje en el proceso de reserva de los hoteles. Significa que cuando alguien va a reservar directamente con los hoteles, no por Booking y ese tipo de agencias, permite que el hotelero pueda ofrecer seguros de viaje”, apunta Jaime Guillot, Executive Chairman de FlexmyRoom.
Una empresa para hoteles que se constituye como tal un mes antes de que cerrasen todos sus potenciales clientes. “Ya teníamos la tecnología preparada y tuvimos que plantearnos muchas cosas. Sabíamos que esto no era un tema que iba a durar para siempre, pero estábamos absolutamente desconcertados. No sabíamos si la empresa podía reflotar o si había que cambiar de modelo de negocio o abandonar. Pero en esas reflexiones la confianza fue plena porque pensamos que el sector hotelero y el turismo en España es de los más fuertes del mundo y sería muy extraño que ese virus fuese a parar absolutamente todo. Decidimos apostar. Los primeros meses fueron de pesadilla hasta que en mayo hicimos nuestro primer cliente”, comenta Jaime Guillot.
Y a partir de ahí todo empieza a ir bien porque el karma de la suerte hizo que la inseguridad del momento valorase muchísimo mejor lo que ofrecían. “Después del confinamiento la gente no quería salir sin su seguro de cancelación o su seguro de asistencia en viaje por si cogía Covid cuando estaba viajando u otro tipo de enfermedad”.
Una necesidad de seguridad que se ha mantenido hasta hoy, lo que explica que FlexmyRoom haya crecido muchísimo. La empresa terminó 2020 transaccionando seguros por valor de un millón de euros (valor de las reservas). En 2022 esa cifra se había multiplicado por 100, 100 millones de euros y este año han llegado a los 150 millones.
“Tenemos presencia en España y Portugal y estamos empezando en Caribe, estamos internacionalizando. La empresa está yendo muy bien. El sector hotelero está a tope, batiendo récords año tras año. Nos hemos beneficiado y la gente viaja más, quiere estar más abierta a disfrutar de la vida y aprovechar eso”.
Capchase, financiación para empresas SaaS
¿Alguien podía pensar que en plena crisis había emprendedores lanzando negocios que necesitaban fuertes sumas de capital para funcionar? Pues los había. El ejemplo lo hemos encontrado en Capchase, otra startup que surgió para aprovechar la crisis. En este caso, para no estar de manos cruzadas en esos momentos. “Estábamos haciendo un MBA con la idea de montar algo, habíamos dejado nuestros trabajos para emprender y la pandemia nos pareció un momento muy bueno para ir probando ideas. Las clases no eran presenciales, era la tormenta perfecta para poder dedicarle tiempo a otras cosas”, explica Luis Basagoiti, cofundador de Capchase, una startup que ofrece financiación a empresas de software as a service, en general startups con una facturación anual de hasta 50 millones de dólares.
Se lanzaron con conocimiento de la situación de crisis y del mercado al que entraban. “Queríamos resolver un problema que nosotros habíamos vivido como proveedores de SaaS y es que siempre queríamos que nos pagasen por adelantado la suscripción anual pero los clientes querían pagar mensualmente. Vimos que para conseguir ese adelanto teníamos que bajar mucho los precios y creíamos que había una solución mejor, una solución financiera en la que hubiese una tercera parte que le diese por adelantado el dinero al vendedor y cobrar al comprador mes a mes. Metimos una línea de crédito que les permite obtener dinero por adelantado”, comenta Luis Basagoiti. Y añade: “Luego hemos lanzado un segundo producto que es el concepto de pagar a plazos aplicado a las startups”.
Tenían la idea y la experiencia, y en contra de lo que pudiera parecer, el mejor momento para levantar dinero a buen precio. “Se daban unas condiciones muy buenas para levantar mucho dinero. Y nosotros teníamos que levantar Equity, el dinero que necesitábamos para operar como startup, salarios y demás y deuda, que es el dinero que utilizamos para prestar a nuestros clientes. Al principio (julio de 2020) levantamos una ronda seed de 5 millones que fue muy rápida. En abril de 2021 una serie A de 25 millones de dólares, en diciembre de 2021 otra de 80 millones”, añade Luis Basagoiti. Y así hasta una suma de 900 millones en total de deuda. Hemos puesto a disposición de nuestros clientes más de dos billones de dólares”.
Hoy tienen sede en Nueva York, Madrid, Barcelona y Londres en las que trabajan 130 empleados. Y otra cosa sorprendente, “el confinamiento fue una ventaja porque ahorramos dinero a la hora de cerrar acuerdos. Ir en persona habría sido más costoso y más lento en algunos procesos de adquisición de clientes, de levantar fondos… Además, nos forzó a buscar talento en cualquier sitio y eso nos permitió llegar a gente muy buena muy rápido”.
Motoreto, la digitalización de los concesionarios de coches de ocasión
El nacimiento de Motoreto no fue buscando la ola de pandemia, pero sí lanzaron resignándose a hacerlo a pesar de ella. “Era una idea a la que le habíamos dado forma desde 2019 y en julio de 2020 con todo listo y cobrando el paro, lanzamos. Ya no podíamos dar marcha atrás. Pensamos, vamos a intentar adaptarnos a esta situación y a seguir para adelante, pero tenemos que hacer otra cosa distinta a lo que teníamos planteado”, comenta Marco Conde, CEO de Motoreto, una plataforma tecnológica que cubre todas las necesidades para el negocio de un concesionario cien por cien digital.
De entrada, habían previsto levantar financiación a principios de 2020, pero “todo se paró. Entonces, tuvimos que darle otra vuelta a la propuesta de valor, para conseguir financiación. Nos centramos en conseguir métricas de tracción. No valía únicamente con métricas subjetivas, sino que necesitábamos métricas objetivas de negocio para darle credibilidad al proyecto durante la pandemia. Y sobre todo demostrar que íbamos a ser capaces de seguir adelante en el futuro con nuestro negocio, porque muchas empresas no cayeron en pandemia, sino en postpandemia. Básicamente, nos centramos en conseguir tracción tangible, por decirlo de alguna forma, y demostrar que nuestro negocio iba a tener sentido pospandemia también”.
Esas métricas se tradujeron en alcanzar la rentabilidad al cierre de 2020 con una facturación de 700.000 euros. En 2021, superaron los tres millones de euros y en 2022 ha superado los 12 millones. “Siempre con EBITDA positivo, es algo que siempre hemos tenido en cuenta”, comenta su fundador.
Conde reconoce que la pandemia impulsó a muchos negocios digitales, pero no los que estaban enfocados a mercados B2B. “Durante la pandemia consumíamos más productos digitales, más tele, más multimedia, pero en los negocios B2B no fue así. La pandemia y los meses posteriores no fueron el mejor escenario para modelos como el nuestro”, comenta.
Con el tiempo sí “nos ha ayudado a que los negocios del sector abriesen los ojos y se empezasen a dar cuenta de que el concesionario tenía que cambiar su forma de operar y su forma de trabajar”, explica. “Al final, en una startup debes saber adaptarte a todas estas situaciones adversas porque en 2020 fue la pandemia y fue un año muy focalizado en el usuario y ahora estamos en un momento de cambios de procesos dentro de la propia industria”. El año pasado iniciaron su expansión internacional y hoy el 30% de la facturación ya viene de seis mercados de fuera de España.
Incapto, máquinas de café sin cápsulas y un servicio de suscripción de café
Un modelo de negocio basado en la venta online era un buen negocio para triunfar en el año de la pandemia, en el que se registraban cifras de ventas online millonarias. Pero Incapto tiene un negocio algo más complejo, ya que además de la venta online son fabricantes de sus propias cafeteras y tostadores del café que venden por suscripción. “Tenemos un servicio 360 que ofrece máquinas con suscripción de café diseñadas para disponer de café molido con apretar un botón y con la idea de ser una alternativa a las cápsulas. Además, nuestro café es importado directamente de origen, vamos a las fincas, compramos el café, lo tostamos y lo mandamos directamente a los hogares”, comenta Francesc Font Cot, coCEO de Incapto.
“Un modelo D2C para particulares y un servicio para empresas con máquinas conectadas que ponemos en cesión y que al estar conectadas a Internet nos permiten saber el consumo de cada empresa para enviarles café”.
Incapto se constituye oficialmente una semana antes del Covid y la empresa empieza a operar completamente en julio de 2020. “Empezamos como una alternativa a la cápsula, tanto a empresas como a particulares, pero en 2020, por el Covid, nos enfocamos más al público final. Cuando empezamos las empresas estaban cerradas y trabajando en remoto”.
Curiosamente, para ellos esperar más tiempo a salir al mercado era una oportunidad perdida. “Nuestros servicios se pueden adquirir online y todo el mundo online estaba creciendo mucho. En la medida que podíamos ir a nuestro centro, que acabamos de poner en marcha, tostar y empaquetar y preparar pedidos, vimos que teníamos que aprovechar la oportunidad. Hubo muchos ecommerces que crecieron mucho. Y fue una época en la que la gente cambió también de mentalidad sobre cómo consumimos. Se generó también ahorro por parte de muchas familias que invirtieron en electrodomésticos, se disparó la venta; teníamos la idea de que si no salíamos al mercado perdíamos la oportunidad. Y de hecho creo que si en lugar de salir en julio, hubiésemos tenido todo en abril, habríamos vendido muchísimo. Fue una oportunidad perdida, en parte”, comenta Francesc Font.
Aunque son fabricantes, tampoco les afectó el cierre por el coste de pagar infraestructuras. “Nos afectó poco o nada porque todavía no teníamos la oficina alquilada. Nos habían aprobado la entrada oficial en Barcelona Activa, la incubadora, pero como explotó la pandemia hasta septiembre no nos dejaron entrar. En el centro logístico tampoco teníamos costes fijos. Lo externalizamos todo. Íbamos por pedidos. Hasta que no tuvimos más pedidos no pagamos costes fijos”, explica Font.
El resultado final es que cerraron el año superando sus previsiones de ventas. “Desde el principio empezamos a traccionar muchísimo a través de la web y desde el mes uno vimos que había un product market fit muy claro”.
Posiblemente también influyó su apuesta por la publicidad. “Lanzamos en junio y en noviembre hicimos un anuncio y en Navidad estábamos desbordados. Nos movimos muy, muy rápido pero fue un año muy intenso. Muy complejo”.
Las cifras de negocio confirman sus aciertos: “el primer año hicimos 400.000 euros de venta, el segundo 2,1 millones, el tercero 4 millones y en 2023 estamos en torno a los 7,5 millones”.
“Todo se ha cumplido y se ha cumplido de más. Hemos tenido periodos de sufrimiento, cuando paró el mundo no sabíamos qué hacer, qué esperar, cómo actuar… hasta que nos ponemos manos a la obra, lanzamos la web y que sea lo que Dios quiera. Y funcionó muy bien. Al final los momentos más complejos han estado relacionados con la complejidad del crecimiento, con la organización y la capacidad de generar una cultura… Generar cultura en estas circunstancias es muy difícil. Y relacionado con el crecimiento, hemos tenido más problemas por la parte de la financiación de todo. Tenemos un CAPEX muy grande que tenemos que financiar. Todo lo que compramos para vender al cabo de los meses a los particulares, así como la inversión en maquinaria para empresas, hace que por mucho que vayamos levantando capital cuando nosotros vamos creciendo y vamos invirtiendo, siempre vamos sufriendo. Y ahora los bancos están entrando a financiarnos todo, pero al principio siendo una empresa recién creada…”.
Senniors, una startup de cuidadores para dar respuesta al Covid
Tampoco parece buena idea emprender en pleno Covid en el sector más golpeado por el Covid: el cuidado de los mayores. Pero Claudia Gómez Estefan ya tenía en la cabeza Sennior antes de que llegase la pandemia y no quiso esperar más. “Vimos que nuestra propuesta de valor no se veía afectada o incluso se ponía más de manifiesto su necesidad con la pandemia. Continuamos con el plan previsto y lanzamos. Constituimos la empresa en noviembre de 2020 y empezamos a operar en diciembre de 2020. Lo que sí nos obligó la pandemia fue a tener especial cuidado con todos los protocolos porque nosotros trabajamos con personas con diferentes patologías, trabajamos con personas que están con tratamientos oncológicos con el sistema inmunitario deprimido o no tan robusto, por lo tanto eran personas que necesitaban unos cuidados extremos porque eran la población más vulnerable”.
Senniors se centra en el cuidado de personas mayores y personas dependientes. “Nuestro enfoque es hacer soluciones de salud preventiva y predictiva para que las personas mayores puedan tener una mejor salud y una mejor calidad de vida. No somos simplemente un portal para escoger cuidadores. Eso es una parte pero realmente nuestro trabajo no es eso. Hacemos cuidados integrales que se basan en diagnósticos integrales con los que elaboramos un plan de cuidados personalizado y progresivo. Es una empresa que tiene un componente tecnológico fuerte, hacemos servicios que necesiten, y estos servicios pueden pasar por sesiones de enfermería, psicología, fisioterapia, psicoterapia, o cuidados prestados por cuidadores. Todas las terapias que una persona mayor puede necesitar en su domicilio”.
La pandemia les ha ayudado con el tiempo, ya que puso de manifiesto aún más la necesidad que hay de tener buenos cuidados de la salud, de las personas mayores”, comenta Claudia Gómez Estefan.
Estaban en un sector en auge con un modelo de negocio claro y eso les abrió las puertas a la financiación: “Cerramos una ronda de 5,3 millones semilla que ha sido la más alta de semilla en nuestro sector. La nuestra es una industria bastante interesante en este momento porque intentamos dar respuesta al reto de la longevidad y hay muchos actores interesados”.
Los números le dan la razón: “El segundo año ya facturamos dos millones de euros y vamos a cerrar 2023 con una facturación bruta de más de 15 millones”.
Volt Energy Solar, instalaciones de energía solar en Estados Unidos
Hemos hablado hasta aquí de empresas montadas en España durante la crisis; el de Borja Peñalver es un caso distinto. Un emprendedor español que estaba básicamente arrancando un negocio de energía solar en Estados Unidos cuando explotó la crisis. “Desde 2015 hasta 2020 había estado haciendo proyectos de energía solar en Latinoamérica: Panamá, Costa Rica, Argentina, Chile… En enero de 2020 me decidí a abrir una sucursal de la empresa en Estados Unidos, en Florida, un mercado relativamente fácil porque la mayoría de la gente aquí es latina”, explica Borja Peñalver. “Así, en enero de 2020 fundé Volt Solar Energy, que es digamos la continuación de mi anterior empresa, Solar Latam, pero le cambié la marca porque Latam en Miami no tenía sentido. En marzo empezó la pandemia y la verdad es que fueron meses muy duros. Estuve con proyectos parados en Panamá y en Costa Rica seis meses, sin poder entrar en las obras. Eso me llevó a abandonar Latam y centrarme exclusivamente en EEUU, que es un mercado más grande y con mucho más potencial”.
“Empezamos solamente con energía solar para autoconsumo residencial, pero con el tiempo nos hemos ido expandiendo a otras unidades de negocio. Ahora también hacemos lo que aquí se llama home improvement, que es todo lo que tenga que ver con la energía para el hogar: techos, aire acondicionado, climatización, eficiencia energética, ponemos baterías para almacenar energía… Aquí hay muchos problemas de huracanes y de cortes de luz por temas ambientales y las baterías son muy útiles. Además los seguros obligan a hacer revisiones constantes de los tejados. Nos hemos convertido en una empresa de energía 360 para el hogar”, comenta Borja Peñalver.
Cuando arrancó en 2015 en Latinoamérica quería ser la primera empresa instaladora de toda la región, pero el auténtico filón estaba en EEUU. “Realmente el mercado de EEUU es mucho más interesante que España y que Europa en general, es un mercado donde la energía renovable todavía es incipiente. Estamos hablando de que es un mercado parecido al de España en 2010, están muy atrasados en temas de renovables. En California, que es el estado más avanzado de renovables, hay una penetración de autoconsumo del 20%. En Florida, es del 2%, eso significa que de cada cien casas solo dos tienen paneles solares. Solamente para llegar al grado de penetración que hay en California, Florida tiene cuatro o cinco años de crecimiento enorme y eso no es ni siquiera representativo con respecto al grado de penetración que hay en España, que es mucho más. Además, estamos en un mercado donde hay mucho mejor acceso a la financiación, donde la renta per cápita es mucho más alta, donde los consumos de luz son muchísimos más elevados, donde la instalación promedio o ticket promedio de instalación en cinco veces mayor que en España…”, asegura Peñalver.
Los números respaldan esas expectativas. “En 2020 facturamos 700.000 dólares, superando nuestras previsiones en 200.000 dólares. En 2023, vamos por 22 millones de dólares. El crecimiento ha sido exponencial”.