Los emprendedores extranjeros representan ya el 96,5% del crecimiento de trabajadores autónomos en España, según los últimos datos de la Federación Nacional de Asociaciones de Autónomos (ATA). Pero detrás de estos números hay, como en el caso de sus colegas españoles, historias personales de esfuerzo, creatividad y superación.
¿Emprendimiento por necesidad o por convicción?
Guillermo Guerrero, director de Emprender Siendo Extranjero, explicó a este medio que la razón del auge del emprendimiento extranjero en España obedece a razones múltiples. Este experto reconoció que, si bien “muchos optan por el autoempleo porque encuentran mayores dificultades para integrarse en el mercado laboral”, lo cierto es que otros llegan con mentalidad y cultura emprendedora
Además, el perfil demográfico de los inmigrantes ha cambiado. Si en los años 90 llegaban principalmente trabajadores jóvenes, en los últimos años han arribado profesionales de mayor edad, entre 40 y 50 años, especialmente de países como Venezuela. “Son personas con experiencia profesional o empresarial en sus países de origen”, señaló Guerrero. “Al llegar, buscan replicar o adaptar esos proyectos aquí”.
Las políticas gubernamentales también han influido. La Ley del Emprendedor introdujo el visado de nómada digital, atrayendo a profesionales que trabajan remotamente para empresas extranjeras o gestionan sus propios negocios. “Hay personas de Colombia, Chile o Ecuador, profesionales que trabajan para una empresa estadounidense desde su país y se dan cuenta de que pueden hacer lo mismo desde España”, explicó Guerrero.
Estas personas se registran como autónomos en nuestro país y también contribuyen a incrementar las cifras, aunque su actividad no sea visible a pie de calle.
El nuevo Reglamento de Extranjería, en vigor desde el 20 de mayo de 2025, ha facilitado que los extranjeros trabajen tanto por cuenta ajena como por cuenta propia, eliminando restricciones previas y fomentando iniciativas emprendedoras.
Sin embargo, Guerrero recordó que obtener un visado de autoempleo sigue siendo complicado, ya que a menudo requiere una inversión significativa o demostrar un valor económico, como la creación de empleo o la innovación.
Así son los nuevos autónomos de origen extranjero
Los emprendedores extranjeros en España no son un grupo homogéneo. Gracias a su experiencia, Guerrero ha podido conocer una amplia gama de perfiles, desde nómadas digitales hasta personas que regularizan su situación a través del emprendimiento.
Estudiar en España para emprender
Estudiar en España es, en algunos casos, la puerta de entrada al mercado laboral. “Un visado de estudiante para estudios superiores, como un máster, permite trabajar como autónomo”, explicó. “Tras finalizar los estudios, pueden modificar su residencia a cuenta propia, lo cual es completamente legal”.
Este enfoque ha ayudado a muchos a lanzar negocios, como el de una mexicana en Madrid que estudió representación musical en España y ahora dirige un negocio promocionando a artistas emergentes.
Extranjeros de segunda generación y la empresa familiar
También encontramos casos de extranjeros de segunda generación. Como Alí, un marroquí que regenta su propia barbería en el barrio de Lavapiés. Primero empezó ayudando desde muy joven a su padre a cortar el pelo y, cuando ya había aprendido la profesión, abrió su propio local.
A su negocio no le falta clientela y, para diversificar, con el apoyo de varios miembros de la familia, han apostado por un negocio de comidas para llevar.
El emprendimiento como fórmula para la regularización
No todos los que llegan a nuestro país lo hacen legalmente, empujados por la necesidad. Guerrero, que también colabora con la Red Acoge, acompañando a migrantes y refugiados, explicó que en estos casos el arraigo por cuenta propia puede facilitarles poner en orden sus papeles tras pasar dos años en España.
Para ejemplificarlo relató la historia de un jardinero que trabajaba en un radio de 500 metros de su casa, guardando sus herramientas en el cobertizo de un cliente por no tener carné de conducir. Presentando un plan de negocio y cartas de clientes a las autoridades de Extranjería, obtuvo la residencia y ahora dirige su propio negocio de jardinería con una furgoneta y una clientela en expansión. Historias que “muestran a personas que quieren contribuir, pagar impuestos y construir una vida aquí”, en palabras de Guerrero.
La vía del asilo
Las crisis internacionales moldean en parte estos flujos. Así, mientras que los ucranianos que huyen de la guerra son, mayoritariamente, ancianos y mujeres con hijos a su cargo, su tasa de emprendimiento es menor, según este experto.
En contraposición, los rusos también salen de su país por otros motivos, como la falta de libertades, como hizo tiempo atrás un tatuador que ya tiene su propio negocio en Madrid.
Empresarios y personal altamente cualificado
Los profesionales de alto nivel también prosperan en nuestro país. Adrien, un brasileño que fue de vacaciones hace cinco años a Barcelona, se enamoró de la ciudad condal y ya no volvió a su país. Desarrollador web de profesión, empezó trabajando de forma remota para sus clientes habituales, mientras se daba a conocer en España.
Guerrero también ha conocido a muchos profesionales de alto nivel, como un chileno que gestiona una empresa desde su casa en Madrid, coordinándose con socios en Chile y Venezuela mientras está registrado como autónomo.
Los extranjeros superan barreras gracias al emprendimiento
Los emprendedores extranjeros tienen que hacer frente, eso sí, a retos únicos, que incluyen diferencias culturales y trabas burocráticas mayores incluso que las que tienen los locales.
En muchos países hispanoamericanos, iniciar un negocio puede ser tan sencillo como montar un puesto en la calle, pero el entorno regulatorio de España –impuestos, cotizaciones a la Seguridad Social y permisos locales– puede resultar abrumador en comparación.
Precisamente una de las labores de Guillermo Guerrero consiste en informarles sobre estas diferencias. “Pagar cotizaciones a la Seguridad Social significa acceso a beneficios como incapacidad temporal o cobertura por accidentes laborales, algo en lo que quizás no piensan inicialmente”, pero que también valoran.
Es una realidad que muchos autónomos se dan de baja estacionalmente para reducir su carga fiscal. Pero Guerrero ha detectado que este fenómeno se da menos entre los extranjeros, porque “no pueden permitirse darse de baja”, ya que “necesitan mantenerse activos para conservar el acceso a la sanidad y los derechos de residencia”.
La seguridad es otro atractivo. Guerrero comparte la historia de una psicopedagoga venezolana que huyó de Caracas tras repetidos robos en su clínica. En España, valora poder caminar por las calles sin miedo, un sentimiento compartido por muchos que priorizan la seguridad física y económica sobre los menores impuestos de sus países de origen. “Valoran no ser encañonados con una pistola”, señaló Guerrero, contrastando la estabilidad de España con los riesgos que persisten en otros lugares.
La discriminación en el mercado laboral también impulsa a los extranjeros hacia el emprendimiento. Guerrero lamentó que los ciudadanos extracomunitarios encuentran a menudo barreras debido a títulos no homologados.
Y puso el ejemplo de abogados o arquitectos que tienen que reiniciar sus estudios aquí, o el caso de las “enfermeras que terminan trabajando en empleos de cuidado poco cualificados a pesar de la escasez de personal sanitario”. Esta diferencia entre formación y empleos por cuenta ajena a los que pueden acceder también les empuja al autoempleo para sentirse realizados.
Historias de emprendimiento detrás de las estadísticas
Los extranjeros están tirando del emprendimiento por una mezcla de necesidad y cultura empresarial. Realizan actividades visibles en la calle, como en la hostelería y la construcción, pero muchos otros aportan valor con profesiones que pasan más inadvertidas.
De hecho, según los datos recogidos por ATA, uno de los incrementos más importantes en trabajadores por cuenta propia se da en las actividades profesionales, científicas y técnicas.
España está cambiando, y con el país también lo hace perfil de los nuevos autónomos. Sus historias enriquecen el tejido económico y social de nuestra sociedad, demostrando que el emprendimiento no conoce fronteras ni acentos.