En un mercado cada vez más saturado, las marcas buscan constantemente estrategias de marketing que no solo las diferencien, sino que también impulsen su crecimiento de manera significativa. Optar por tácticas de alto riesgo puede parecer temerario, pero cuando se ejecutan correctamente, estas estrategias pueden llevar a las marcas a alcanzar un éxito sin precedentes.

¿Qué estrategias de alto riesgo se pueden aplicar en marketing?

La innovación disruptiva es una estrategia de alto riesgo que implica introducir un producto o servicio que cambia las reglas del juego en la industria. Este tipo de innovación puede desplazar a líderes del mercado establecidos y redefinir completamente las expectativas de los consumidores. Pero desde siempre, cuando se llegan con ideas nuevas hay que testearlas y ver qué es lo que funciona mejor para que el público se adapte. Esto es algo que les ha sucedido desde siempre a sitios como 22bet u otras plataformas que llegaron para revolucionar el mercado del entretenimiento. El usuario debe comprender de qué se trata y cómo actuar ante ello.

Otro ejemplo clásico es el iPhone de Apple, que revolucionó la industria de los teléfonos móviles y la tecnología de consumo en general. Sin embargo, el principal riesgo de la innovación disruptiva es su incertidumbre inherente. Invertir en tecnología o modelos de negocio radicalmente nuevos puede ser costoso y hay poca garantía de retorno inmediato. Sin embargo, el potencial para establecer un monopolio temporal y capturar una cuota de mercado significativa puede ofrecer recompensas enormes.

El marketing de la controversia

El marketing de la controversia implica usar temas divisivos o provocativos para generar atención y conversación alrededor de una marca. Esta táctica puede ser extremadamente efectiva para lograr visibilidad en corto tiempo. Un riesgo es que, si se maneja mal, puede llevar a reacciones negativas y dañar la reputación de la marca.

El éxito de esta estrategia depende en gran medida de la capacidad de una marca para navegar por el debate cultural con sensibilidad y tacto. Las marcas deben estar preparadas para manejar cualquier reacción negativa y tener planes de contingencia listos para mitigar posibles daños.

Colaboraciones audaces

Las asociaciones de marca implican colaborar con otras empresas para co-crear productos o campañas de marketing. Optar por asociarse con marcas que ofrecen productos contrastantes o que apuntan a mercados radicalmente diferentes puede ser arriesgado, pero también puede abrir las puertas a nuevos segmentos de mercado y ofrecer una exposición sin precedentes.

Evaluación de la compatibilidad

Antes de formar una asociación, las marcas deben evaluar cuidadosamente algunos factores como, por ejemplo:

  • Compatibilidad de los valores.
  • Imagen de la marca asociada.
  • Reputación general.

Una mala alineación puede llevar a conflictos y confusión entre los consumidores, lo que puede afectar adversamente la percepción de ambas marcas.

Precios agresivos

Implementar una estrategia de precios agresiva, como la fijación de precios extremadamente bajos o altos, puede diferenciar una marca rápidamente. Los precios bajos pueden desencadenar guerras de precios y los altos pueden reposicionar un producto como un artículo de lujo.

Está claro que adoptar estrategias de marketing de alto riesgo puede parecer una apuesta, pero para las marcas que están bien preparadas y dispuestas a asumir estos riesgos, las recompensas pueden ser excepcionales. Desde innovar de manera disruptiva hasta participar en debates controvertidos o establecer asociaciones audaces, estas tácticas no son para los débiles de corazón. Sin embargo, con un enfoque estratégico y una ejecución meticulosa, el alto riesgo puede traducirse en un alto retorno.

Antía Sacedón

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