El concepto de oficina ha cambiado mucho desde la llegada de la pandemia. Más de un año después, el teletrabajo y el trabajo híbrido se afianzan en el nuevo mercado laboral, y las empresas están remodelando sus sedes para buscar un modelo que se adapte a las novedades optimizando costes y recursos inmobiliarios.
La última idea en implantarse es la de la oficina caliente. Consiste en realquilar el espacio que sobra en la sede de la empresa, debido al teletrabajo. “Las empresas transformarán sus inmuebles en ingresos directos rentabilizando ese espacio que ahora está infrautilizado y ocasiona gastos”, explica un experto de Bookker, una plataforma especializada en este tipo de operaciones, a El País.
Un claro ejemplo del concepto de oficina caliente es el caso de Bayer, donde el 35% de los empleados teletrabajan a tiempo completo y el 60% apuesta por un modelo híbrido. Ante esta situación, la compañía ha remodelado su sede de Sant Joan Despí, creando un espacio colaborativo de tres plantas, que se suman a otra dedicada al coworking. El resto del edificio, de nueve plantas, está pensado para ser alquilado a otras empresas.
Esta tendencia, que sobre todo está dándose en Madrid y Barcelona, ha ayudado a que las empresas especializadas en gestión de espacios estén casi desbordadas. Es el caso de Bookker, desde donde reconocen que “el volumen de demanda es el doble que el del año pasado porque las empresas necesitan la vuelta segura a las oficinas. Además, “las organizaciones ahora también han interiorizado que precisan una gestión eficiente de los espacios, y reducen metros y realquilan los desocupados”.
La oficina del futuro
Aunque el teletrabajo se ha convertido en una fórmula productiva durante los últimos meses, muchos empleados están cansados de trabajar desde sus casas, y esperan con ilusión el regreso a la oficina. En este sentido, las grandes compañías de Silicon Valley llevan meses preparando un modelo que permita adaptarse a las nuevas fórmulas de trabajo sin que el empleado pierda motivación.
En el caso de Facebook, la compañía permitirá el teletrabajo hasta junio de 2021. Después de esa fecha, no obstante, también espera que sea una de las modalidades más extendidas entre sus empleados –Mark Zuckerberg hablaba hace poco de un 50% de la plantilla durante la próxima década-. Por ello, Facebook se ha sumado a otras compañías tecnológicas y ofrece a sus empleados hasta 1.690 euros de ayuda para preparar una zona de trabajo en casa.
Mención aparte merece Stripe, una de las compañías tecnológicas punteras en el ámbito de las plataformas de pagos. Pensando en que el teletrabajo se quedará después de la pandemia, la compañía recortará hasta un 10% el salario de los empleados que decidan mudarse a una zona más barata. Eso sí, el cambio podría reportarles un bono de hasta 17.000 euros si aceptan las nuevas condiciones.
La otra cara de la moneda tiene a Netflix como protagonista. Su CEO, Reed Hastings, se ha mostrado contrario al teletrabajo en muchas ocasiones. No obstante, la compañía lo aplica, pero siempre con la intención de regresar cuando aparezca una vacuna. “No poder reunirnos en persona, particularmente a nivel internacional, es totalmente negativo. Me han impresionado mucho los sacrificios que ha hecho la gente», ha afirmado el directivo en una entrevista reciente.