Aunque la leyenda del mundo de la inversión, Jeremy Grantham, no ha gestionado activamente una cartera de acciones desde hace 15 años, todavía hace seguimientos de temas importantes que, si se estudia su impacto a largo plazo, ahora están siendo subestimados. Es una tarea que, según Grantham, requiere tener la mente abierta.
En un seminario online de Rosenberg Research, el ambiente se tornó casi apocalíptico cuando Grantham repasaba los principales problemas a los que tiene que hacer frente el mundo en un futuro inminente.
Entre ellos, un descenso en el crecimiento de la población debido a la caída de las tasas de natalidad —sobre todo en países desarrollados como Japón y Corea del Sur, así como en China—, que probablemente dañará la productividad a largo plazo.
También la crisis climática y sus impactos en las sociedades y las industrias, cita.
La leyenda de la inversión ha expresado su preocupación por el precio que ha alcanzado el mercado de valores de EEUU y la burbuja que podría estar a punto de estallar.
Grantham define una burbuja en términos técnicos, como un evento de dos sigmas, lo que significa que los valores de mercado están a dos desviaciones estándar de la media.
Esto es algo que debería ocurrir estadísticamente una vez cada 44 años, explica, pero en realidad ha ocurrido cada 35 años. Él mismo ha revisado casi todas las clases de activos, incluidos los commodities, los bonos, la vivienda e incluso el mercado de valores de la India, para determinar su opinión sobre cuán sobrevaloradas están las distintas partes del mercado, y ha encontrado muchos valores atípicos.
Sin embargo, reconoce que no podía predecir cuándo estallaría esta burbuja.
Algunos eventos podrían moverse a tres sigmas antes de revertirse, apunta. En diciembre de 2021, cuando las valoraciones alcanzaron su punto máximo, Grantham dijo que el mercado de valores mostraba todas las señales de un colapso a corto plazo inminente seguido de un mercado bajista. Pero en noviembre de 2022, salió al mercado ChatGPT y, debido a su naturaleza disruptiva, atrajo mucho mucho dinero, reconoce ahora.
«Puede que siga subiendo otro año, y por eso, como digo, no puedes hacer de esto una estrategia», comenta Grantham sobre el timming del mercado.
«Pero, en términos de resultados intelectuales a largo plazo, podemos estar casi seguros de que este será un momento desolador para invertir y probablemente una caída cataclísmica en un futuro no muy lejano», sentencia.
El experto ha comparado el contexto actual con la burbuja de las puntocom —como han hecho sus pares recientemente—. Entonces, Internet creó un gran revuelo y atrajo mucho efectivo de los inversores antes de que las acciones tecnológicas se desplomaran.
Amazon perdió el 92% de su valor antes de resurgir como una empresa monstruosa, ejemplifica. La inteligencia artificial podría ser más grande e importante que Internet, pero eso no significa que no habrá grandes pérdidas en el camino.
Aunque Grantham es conocido por haber anticipado la burbuja de las puntocom y la crisis financiera de 2008, sus predicciones bajistas más recientes aún no se han materializado.
En marzo de 2023 y en una entrevista de diciembre del mismo año con Business Insider, predijo que las acciones podrían caer hasta un 50%. El S&P 500 ha subido casi un 50% desde entonces.
Invertir sin luchar contra el toro o el oso
La buena noticia es que en este momento, todas las oportunidades de inversión atractivas son lógicas y obvias si los inversores se centran en encontrar soluciones que aporten eficiencia y sostenibilidad a las industrias, alienta Grantham.
Por ejemplo, cualquier cosa que pueda mejorar la eficiencia en el cultivo de alimentos es probablemente una buena apuesta. En cuanto a la energía, las empresas y los commodities que puedan ayudar a reemplazar los combustibles fósiles —como la energía verde, geotérmica o de fusión— también son áreas prometedoras.
En cuanto al descenso en el crecimiento de la población, Grantham también ha señalado sectores como las clínicas de fertilidad.
«Esta es la clase de cosas que intentamos hacer en la Fundación Grantham, donde un tercio de nuestro dinero está en tecnología verde. Intentamos mirar hacia adelante, imaginar cuáles serán los cuellos de botella y abordarlos. Y estamos dispuestos, porque estamos impulsados por una misión, a invertir en cosas que no funcionan pero que tienen potencial para cambiar las reglas del juego», defiende.
También hay oportunidades que se pueden encontrar en recursos naturales, añade.
Por ejemplo, el litio no es tan necesario porque un vehículo eléctrico puede funcionar con una batería a base de sodio, un material crudo más barato y ampliamente disponible en la corteza terrestre.
Otro ejemplo es el cobalto, que proviene principalmente del Congo. El proceso de su extracción es controvertido ya que ha estado envuelto en problemas de derechos humanos. También es bastante escaso. El cobalto puede ser reemplazado por aluminio y mineral de hierro, apunta Grantham.
En esta misma industria, también se pueden buscar materiales que puedan reemplazar el cemento, el hormigón y el acero para construir viviendas de manera más efectiva, porque cargan al medio ambiente y tienen una huella de carbono enorme.
«Podemos encontrar reemplazos, y lo haremos, y todos son áreas que tendrán beneficios importantes si funcionan», defiende Grantham.
Aunque el mundo ha vivido algunos grandes choques, como la crisis del petróleo de los años 70 y el colapso financiero, Grantham cree que estamos entrando en una era con puntos de fricción muchos más frecuentes que incluirán booms, caídas y escasez en commodities causadas por la transición a la energía limpia.
Esto podría indicar que es un momento en el que los inversores tendrán que buscar empresas con balances resistentes para navegar los próximos cambios y compañías que tengan amplios márgenes de ganancia sin cargar con deuda pesada o apalancamiento.